11 de agosto de 2019

Esencia y consecuencia de la ira

Por lo tanto, Yo siempre elijo para Mí, a aquellos niños que son demasiado mimados y amados por sus padres, incluso si tienen varios hijos; porque un amor demasiado grande de los padres por sus hijos suele ser la muerte de ellos. Si los dejo vivir en el cuerpo, su alma irremediablemente estaría perdida; por lo tanto, es preferible la muerte del cuerpo, siempre y cuando el alma se mantenga viva para el Cielo. Nadie debería sorprenderse si tantos niños en una edad muy temprana y no con poca frecuencia ya en la cuna, son llamados de este mundo, porque Yo sé mejor que nadie, el motivo por el que los saco de este mundo tan temprano. Es mejor que se conviertan en espíritus débiles del Cielo, que espíritus fuertes del Infierno en este mundo. Pero, de vez en cuando sucede y también debe ocurrir a causa del mundo, que semejantes espíritus de ira se maduren. Si los padres, cuando aún es tiempo, luchan con energía contra la ira y la terquedad de tales niños, pueden hacerlos hombres muy capaces en uno u otro campo, y muy celosos, pero, si su ira y su obstinación - no se oponen con la debida energía, terminan convirtiéndose en matones, rebeldes y, a menudo, incluso en feroces atormentadores de la humanidad. Por lo tanto, es necesario poner en el corazón de todos los padres, si sus hijos demuestran comportarse con ira, vanidad, arrogancia, egoísmo y la coquetería, de combatir con toda la energía posible estas pasiones. Las consecuencias se verán en el hecho, que obtendrán en sus hijos, hombres de ánimo fuerte y muy capaces, porque gracias a este comportamiento, el maligno y el ardiente específico de la ira se transformarán en un específico bueno, siguiendo un proceso psico-químico especial. Leer más...