29 de junio de 2019

Retorno y liberación de Satanás


La sede de este espíritu maligno coincide con el verdadero punto central de la Tierra, muy sólido, sobre el cual toda la masa presiona para que no se sacuda con demasiada violencia y destruya todo ser terrestre; ya que bastaría con dejarle solo un vislumbre de libertad y en un instante habría terminado no solo con esta Tierra, sino incluso con toda la Creación visible, porque a él le es inherente una fuerza inmensa, que solo puede ser vencida a través de cepas muy resistentes y pesadas que solo Yo, el Señor, puedo forjar. Pero a pesar que esté sólidamente atado, el nunca deja de envenenar con su aliento de inmensa perfidia a los específicos que ascienden a la superficie terrestre, cuya fuerza de voluntad es lo suficientemente poderosa como para inocular la muerte en todos los específicos anímicos, cuya muerte se manifiesta con toda precisión en todas las criaturas de la Tierra, porque todo lo que de orgánico existe, está sujeto a la destrucción y toda la materia es capaz de dar muerte y provocar destrucción. Ahora todo esto se deriva del aliento de la voluntad del muy pérfido, cuya maldad es tan espantosa que vosotros no os podéis hacer ni la más mínima idea de su verdadera esencia; porque hasta el concepto más mínimo de la verdadera maldad de este espíritu sería de por sí de un carácter tan mortal que ninguna criatura humana podría imaginarlo y continuar viviendo. Y si incluso Yo os diere una explicación mínima sobre la maldad de este espíritu visto en su propia realidad terrible, incluso esta mínima explicación tendría el efecto de mataros inmediatamente, ya que todo lo que habéis oído hasta ahora de este espíritu no es ni la sombra pálida y lejana que Mi gracia tutelar sostiene constantemente y con gran prudencia envuelve, y eso es suficiente para que tengáis un vago presentimiento de lo que os falta. Leer más...