¡Y puesto que se ha dicho antes, que todos los hombres juntos constituyen un solo Hombre, como Uno constituye todo, entonces también buscad todo el mal dentro de vosotros! ¡Y cuando lo hayáis encontrado y rechazado con Mi poderosa Asistencia, entonces Yo, como vuestro Padre Santo, que he venido ya a vuestro encuentro a la otra mitad del camino, vendré completamente a vosotros, os liberaré enteramente de vuestros “trapos” y luego os acogeré en la gran Casa paterna de Mi eterno Amor!
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