Los
'harapos' del hijo pródigo. (25 de Marzo de1841)
01. Y habéis oído que los
harapos del hijo pródigo fueron esparcidos por los vientos como la paja, y las
partes restantes le fueron quitadas y quemadas. ¿Sabéis lo que significa estos
harapos?
02. Significa nada más:
el viejo hombre universal ha muerto y se encuentra sobre nuestra mesa, porque
lo noble que emana de Mí, es decir, Mi hijo pródigo, se está rescatando a
través de la recuperación de cada hombre en forma individual. Los harapos, es
decir lo verdaderamente archimalvado, serán arrojados al fuego del que
realmente surgió. Y es que este fuego, que mora en la divinidad, es el origen
de todas las cosas que han obtenido su existencia material.
03. Por eso, cualquier
hombre que se aferre al mundo y se aferre a la materia, se está aferrando a los
harapos del hijo pródigo. Y así como toda materia os muestra su gran afinidad
con el fuego, lo mismo representa también los harapos sobre el lomo del hijo
pródigo.
04. ¡Y así es como
sucederá! Para que Dios vuelva a ser nuevamente un Dios libre, en Quien la
materia ya no bulla ni ondule, y así el fuego o lo similar a la ira tendrá que
retornar allí, de donde vino, como lo que es en sí; y simplemente sucederá como
aquella costra endurecida sobre el cuerpo a la cual le ponéis encima
cataplasmas calientes para que se ablande nuevamente; de la misma manera
entonces Mi fuego eterno se apoderará totalmente de este endurecimiento
archimalévolo para asimilarlo nuevamente y hacerle retornar a su propia
esencia.
05. Todavía hay una pregunta
en vosotros: ¿esos seres, que son entendidos como los harapos, tendrán también
una conciencia constante de sí mismos? Pero Yo os digo: la pregunta se responde
casi por sí sola, ya que no podéis asumir que en la Deidad podría existir algún
punto inconsciente.
06. Entonces, esta
pregunta se resuelve por sí sola; pero hay una pregunta, ¿si esta
autoconciencia es un sufrimiento o no? Mirad, esa es otra pregunta. Sin
embargo, para comprenderla correctamente, primero debéis comprender que todo
esfuerzo por encontrarse a sí mismo debe necesariamente contener un cierto
sufrimiento en sí; ahora, ¿esto solo depende de si este sufrimiento es uno que
causa dolor o uno que genera bienaventuranza?
07. Si este sufrimiento
consiste en que el ser dentro de sí mismo se agarra a sí mismo continuamente y
a través de este agarre se esfuerza constantemente por formar una unidad,
entonces tal sufrimiento es altamente beneficioso y esa sensación que surge de
la conciencia más clara es la más dichosa.
08. Pero si el
sufrimiento, o el sentimiento interior y autoconciente de un ser, es
desgarrador y destructivo, entonces también es altamente doloroso. Esto lo
podéis observar muy fácil en la naturaleza en alguna enfermedad inflamatoria en
la que ciertas partes del cuerpo comienzan a expandirse más y más. Cuanto más
intensamente empiece a desarrollarse un evento de esta naturaleza, tanto más
doloroso se vuelve. De todo esto, se deduce que el estado esencial de
autoconsciencia del archimalvado, similar al fuego, debe ser también uno
extremadamente doloroso.
09. Quizás ahora penséis
que la Divinidad misma tiene que estar en un constante estado de sufrimiento
muy doloroso en su parte de ira. ¡Pero no es así! Es como cuando se cocinan los
alimentos en el estómago; luego estallan las envolturas de los alimentos
ingeridos, impulsadas por el fuego del estómago. Pero preguntaos a vosotros
mismos si alguna vez os ha dolido el estado natural de este espantoso proceso
de destrucción a través del fuego de vuestro estómago.
10. Sin embargo, dado que
ya os he guiado bastante hasta ahora, quiero aprovechar esta oportunidad para
daros una pista nunca antes mencionada. Si queréis ver el propósito final de
tal estado de toda la maldad material y mundana, entonces mirad dentro de
vuestro estómago y ved lo que sucede allí con la comida ingerida, ved el cómo y
el porqué, entonces conoceréis un gran trayecto de Mis Caminos y de lo que sucederá
en ellos. Sin embargo, el tiempo no está escrito en vuestros estómagos, y por
eso que sea suficiente con que os haya mostrado el propósito.
11. ¡Ahora mirad, amados
hijos! Esto es todo lo que puede ser dado a vosotros; esto es todo lo que
podéis soportar. No necesitáis saber más, pero prestad atención a esto de un
punto a otro, a lo que os ha sido dado desde la primera hasta la última hora.
Recorred toda la tierra en vosotros por este camino, y encontrad de esta manera
al hijo pródigo dentro de vosotros mismos.
12. Actuad igual como
actuó este hijo, quien aún sigue actuando en cada pecador que busca Mi Reino.
El mundo se encuentra en la cámara interior de vuestro espíritu sobre el
tablero de vuestros deseos mundanos. Dejad que suceda con este mundo lo mismo
que visteis suceder al final sobre el tablero que os fue mostrado a vosotros
con el hombre universal. De esta manera el hijo perdido, (el hijo pródigo),
será encontrado nuevamente en cada uno de vosotros. Entonces sucederá de manera
similar a la que Yo os mostré en el caso del otro hombre que reemplazó al
hombre antiguo quien se había reducido al tamaño de un punto.
13. solo entonces
vosotros, que habéis sido encontrados de nuevo, veréis y reconoceréis la gran
verdad de lo que os ha sido dado en vuestro interior en estas doce horas con la
luz más brillante.
14. Porque, como se dijo
antes, que todos los seres humanos también constituyen un solo ser humano, como
uno lo hace con todos. Por eso buscad todo el mal dentro de vosotros; y cuando
lo habéis encontrado y, con Mi poderosa ayuda, habéis logrado expulsarlo fuera
de vosotros, entonces Yo vendré por completo a vosotros como vuestro Santo
Padre, Quien ha recorrido ya más de la mitad del camino a vuestro encuentro. ¡Luego
os liberaré por completo de vuestros harapos y os acogeré en la gran Casa
Paternal de Mi Amor Eterno!
15. Ya para finalizar,
solo quiero indicaros que ahora no solo estoy yendo al encuentro de vosotros,
sino también de muchos otros hijos pródigos.
16. Pero prestad más atención a Mi Venida personal dentro de vosotros, y preocupaos menos por Mi Venida general en el mundo. Sin embargo, lo que sentís por el bien de la humanidad, decídmelo orando en vuestro corazón; y no os preocupéis por nada más; porque el gran Cuándo, el gran Cómo y el gran Porqué está bien resguardado en las mejores manos. Amén. Esto lo digo Yo, vuestro gran, Santo y Amoroso Padre. Amén.
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