28 de noviembre de 2021

DUODÉCIMA HORA. PARTE II -FINAL

 

Los 'harapos' del hijo pródigo. (25 de Marzo de1841)

 

01. Y habéis oído que los harapos del hijo pródigo fueron esparcidos por los vientos como la paja, y las partes restantes le fueron quitadas y quemadas. ¿Sabéis lo que significa estos harapos?

02. Significa nada más: el viejo hombre universal ha muerto y se encuentra sobre nuestra mesa, porque lo noble que emana de Mí, es decir, Mi hijo pródigo, se está rescatando a través de la recuperación de cada hombre en forma individual. Los harapos, es decir lo verdaderamente archimalvado, serán arrojados al fuego del que realmente surgió. Y es que este fuego, que mora en la divinidad, es el origen de todas las cosas que han obtenido su existencia material.

03. Por eso, cualquier hombre que se aferre al mundo y se aferre a la materia, se está aferrando a los harapos del hijo pródigo. Y así como toda materia os muestra su gran afinidad con el fuego, lo mismo representa también los harapos sobre el lomo del hijo pródigo.

04. ¡Y así es como sucederá! Para que Dios vuelva a ser nuevamente un Dios libre, en Quien la materia ya no bulla ni ondule, y así el fuego o lo similar a la ira tendrá que retornar allí, de donde vino, como lo que es en sí; y simplemente sucederá como aquella costra endurecida sobre el cuerpo a la cual le ponéis encima cataplasmas calientes para que se ablande nuevamente; de la misma manera entonces Mi fuego eterno se apoderará totalmente de este endurecimiento archimalévolo para asimilarlo nuevamente y hacerle retornar a su propia esencia.

05. Todavía hay una pregunta en vosotros: ¿esos seres, que son entendidos como los harapos, tendrán también una conciencia constante de sí mismos? Pero Yo os digo: la pregunta se responde casi por sí sola, ya que no podéis asumir que en la Deidad podría existir algún punto inconsciente.

06. Entonces, esta pregunta se resuelve por sí sola; pero hay una pregunta, ¿si esta autoconciencia es un sufrimiento o no? Mirad, esa es otra pregunta. Sin embargo, para comprenderla correctamente, primero debéis comprender que todo esfuerzo por encontrarse a sí mismo debe necesariamente contener un cierto sufrimiento en sí; ahora, ¿esto solo depende de si este sufrimiento es uno que causa dolor o uno que genera bienaventuranza?

07. Si este sufrimiento consiste en que el ser dentro de sí mismo se agarra a sí mismo continuamente y a través de este agarre se esfuerza constantemente por formar una unidad, entonces tal sufrimiento es altamente beneficioso y esa sensación que surge de la conciencia más clara es la más dichosa.

08. Pero si el sufrimiento, o el sentimiento interior y autoconciente de un ser, es desgarrador y destructivo, entonces también es altamente doloroso. Esto lo podéis observar muy fácil en la naturaleza en alguna enfermedad inflamatoria en la que ciertas partes del cuerpo comienzan a expandirse más y más. Cuanto más intensamente empiece a desarrollarse un evento de esta naturaleza, tanto más doloroso se vuelve. De todo esto, se deduce que el estado esencial de autoconsciencia del archimalvado, similar al fuego, debe ser también uno extremadamente doloroso.

09. Quizás ahora penséis que la Divinidad misma tiene que estar en un constante estado de sufrimiento muy doloroso en su parte de ira. ¡Pero no es así! Es como cuando se cocinan los alimentos en el estómago; luego estallan las envolturas de los alimentos ingeridos, impulsadas por el fuego del estómago. Pero preguntaos a vosotros mismos si alguna vez os ha dolido el estado natural de este espantoso proceso de destrucción a través del fuego de vuestro estómago.

10. Sin embargo, dado que ya os he guiado bastante hasta ahora, quiero aprovechar esta oportunidad para daros una pista nunca antes mencionada. Si queréis ver el propósito final de tal estado de toda la maldad material y mundana, entonces mirad dentro de vuestro estómago y ved lo que sucede allí con la comida ingerida, ved el cómo y el porqué, entonces conoceréis un gran trayecto de Mis Caminos y de lo que sucederá en ellos. Sin embargo, el tiempo no está escrito en vuestros estómagos, y por eso que sea suficiente con que os haya mostrado el propósito.

11. ¡Ahora mirad, amados hijos! Esto es todo lo que puede ser dado a vosotros; esto es todo lo que podéis soportar. No necesitáis saber más, pero prestad atención a esto de un punto a otro, a lo que os ha sido dado desde la primera hasta la última hora. Recorred toda la tierra en vosotros por este camino, y encontrad de esta manera al hijo pródigo dentro de vosotros mismos.

12. Actuad igual como actuó este hijo, quien aún sigue actuando en cada pecador que busca Mi Reino. El mundo se encuentra en la cámara interior de vuestro espíritu sobre el tablero de vuestros deseos mundanos. Dejad que suceda con este mundo lo mismo que visteis suceder al final sobre el tablero que os fue mostrado a vosotros con el hombre universal. De esta manera el hijo perdido, (el hijo pródigo), será encontrado nuevamente en cada uno de vosotros. Entonces sucederá de manera similar a la que Yo os mostré en el caso del otro hombre que reemplazó al hombre antiguo quien se había reducido al tamaño de un punto.

13. solo entonces vosotros, que habéis sido encontrados de nuevo, veréis y reconoceréis la gran verdad de lo que os ha sido dado en vuestro interior en estas doce horas con la luz más brillante.

14. Porque, como se dijo antes, que todos los seres humanos también constituyen un solo ser humano, como uno lo hace con todos. Por eso buscad todo el mal dentro de vosotros; y cuando lo habéis encontrado y, con Mi poderosa ayuda, habéis logrado expulsarlo fuera de vosotros, entonces Yo vendré por completo a vosotros como vuestro Santo Padre, Quien ha recorrido ya más de la mitad del camino a vuestro encuentro. ¡Luego os liberaré por completo de vuestros harapos y os acogeré en la gran Casa Paternal de Mi Amor Eterno!

15. Ya para finalizar, solo quiero indicaros que ahora no solo estoy yendo al encuentro de vosotros, sino también de muchos otros hijos pródigos.

16. Pero prestad más atención a Mi Venida personal dentro de vosotros, y preocupaos menos por Mi Venida general en el mundo. Sin embargo, lo que sentís por el bien de la humanidad, decídmelo orando en vuestro corazón; y no os preocupéis por nada más; porque el gran Cuándo, el gran Cómo y el gran Porqué está bien resguardado en las mejores manos. Amén. Esto lo digo Yo, vuestro gran, Santo y Amoroso Padre. Amén.

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