13 de julio de 2019

La importancia del conocimiento del mal

Por supuesto que no es agradable, como ya se ha dicho, conocer el Infierno, el diablo y Satanás, pero cuando precisamente se es obligado a pasar un cierto tiempo en casa de este personaje alguien tiene que pasar algún tiempo en la casa de estos mismos dominios para aprender a conocer el propio lugar de la futura actividad, así como al malvado patrón de esta casa, sería sin duda la mayor tontería hacerse la cruz, encerrándose en un capullo para esconderse, cuando debería aumentar toda su atención diez veces más, para que ninguna característica de esta casa se le pueda escapar.
Quien quiere evitar el mal, es bien necesario que antes lo conozca; de lo contrario él será como niñito que no sabe distinguir entre el pantano y el pan y entre la serpiente y el pez, pero cuando tiene hambre lleva indistintamente lo uno o lo otro a la boca.