Recibido por Jacob Lorber,
el 23 de enero de 1849
0. Félix
Hüttenbrenner pregunta al Señor sobre el verso (Mateo 20:16)
"Muchos
son los llamados, pero pocos son escogidos"
1. ¡Mi querido estudioso Félix! Yo te quiero mucho y me alegra que
hayas empezado a pensar a menudo en Mí y que también deseas recibir de Mí una
"Palabrita secundaria". Pero tú estás aún muy poco maduro para esto.
2. Pero por ahora sigue siendo muy aplicado en tus estudios y limpia
de tu árbol de vida y del conocimiento la corteza externa, podrida y muerta,
del musgo y de los nidos de orugas que se encuentran allí - entonces recién así
Yo vivificaré la médula de tu árbol y lo fortaleceré para que dé frutos nobles
y así seas tú un escogido, lo cual es designado sólo a pocos.
3. Pero si tú no cumples bien y exactamente con lo que tus actuales obligaciones
de estudio te comprometen, y tampoco limpias diligentemente tu árbol de la vida
y del conocimiento, de la corteza externa y muerta, del musgo y de los nidos de
orugas, es decir, entiéndase entre ellos a los propios espíritus de la pereza –
entonces en este caso la médula de tu árbol permanecerá débil y sin fuerzas, y
no serás un escogido ni permanecerás como tal sino que serás tan sólo un simple
llamado como aquellos de los que hay muchos miles.
4. Mira, cuando una fuente se congela en invierno, entonces la capa
de hielo tiene que ser atravesada antes, para poder acceder al agua. De la
misma manera tú tienes primero que atravesar con mucho esmero el hielo de tu
entendimiento. Recién después se verá si tu agua de vida interior sirve para
cocinar o sólo para lavar ropa sucia. - El agua para cocinar es un
"escogido" y el agua para lavar es un "llamado". - ¡Por eso
ocúpate de que te conviertas en un "agua para cocinar"!
5. Pero también hay muchas aguas que no sirven ni para cocinar ni
para lavar, sino sólo para llevar grandes cargas y para recibir toda la
inmundicia del mundo como por ejemplo: el agua marina. ¡Por eso fíjate bien y
cuídate muy bien que no fluya hacia la fuente de tú vida ni ésta se convierta
en un "agua marina"! Porque por ahora ésta agua marina no es ni
llamada y mucho menos escogida, sino sólo es juzgada.
6. Ahora ya te he dado a entender tanto como te es necesario para
que comprendas tu texto citado anteriormente. Pero cuando tú madures entonces
recibirás una aclaración más profunda. ¡Esto es para que lo pongas en práctica!
Amén.
Ciencia y Espiritualidad