¡Sí, si, el reino en el que tú vives, todavía titubeará por algún tiempo para conceder a su pueblo lo que de Mi parte tiene por derecho, pero, según Mi Palabra, la pura Verdad a la que cada uno tiene que atenerse únicamente, hará y desde ahora debe hacer libre cada hombre – entonces también compartirá la suerte de quienes hasta ahora esperan su propia salvación! ¡Él está desprovisto de toda capacidad financiera absolutamente necesaria para tener una ayuda más enérgica, y aún confía en una presunta ayuda de parte de un altar siete veces consagrado y de su cuadro milagroso que pronto quedará falto de toda fuerza! Considerad, el reino en que tú vives, sólo las consecuencias de su oscuro Concordato, y todo lo demás te dirá: “¡Si te has ligado tan fielmente a aquel enemigo de la luz y del amor al prójimo que nos odiaba a todos, no se puede formar una alianza de amistad contigo! A quien has favorecido, olvidando a todos tus otros amigos, hasta el punto de haberle dado en beneficio más de la mitad de tu poder, para tu gran desventaja, ¡Que éste te ayude en tu angustia y abandono!
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