4 de noviembre de 2017

El proceso evolutivo del grano de trigo como analogía de la evolución humana

Cuando dos esposos sienten la necesidad de cohabitar impulsados por el mero instinto natural, su aura emite una señal al alma madura más cercana o, por su afinidad, esta alma es atraída por la intensidad del aura del hombre momentáneamente incrementada y, durante el coito, es introducida en el semen -necesariamente un poco a la fuerza- y con él en el óvulo, proceso que llamamos fecundación. A partir de este momento, el alma se parece a la semilla que se siembra en la tierra, pasando hasta su nacimiento por todos las etapas de desarrollo en el seno maternal, de manera similar a las transformaciones de la semilla terrestre hasta que el germen sale del suelo. Empiezan entonces las diferentes etapas de su formación, en primer lugar la externa, física, y luego la interna, intelectual y espiritual. Leer más...