25 de marzo de 2017

20. (...) Y Él vino a ellos hacia la Cuarta vigilia de la noche, caminando sobre el mar

Donde Yo, aun así encima de las olas agitadas del mundo, encuentro un barquito bien bajo y cómodo a subir, y este barquito Me reconoce, entonces Yo también lo subo aunque no me habría importado pasar de largo. Y cuando Yo una vez haya montado el barquito, enseguida se hace de Día, de suerte que durante el día no puede perderse en la costa segura; y seguro que Yo como buen Marinero tampoco Me perderé. Leer más...