¡Mi Gabiela! ¡No tienes por qué olvidarte de Mí! ¡Y no envíes secretamente tus ojos y tu corazón con aspiraciones matrimoniales a través de la ventana a los hombres jóvenes crecidos esbeltamente, es decir hoy a éste, mañana a aquél y pasado mañana a un tercero, etc., sino piensa siempre en Mí y envía tus ojos y tu corazón hacia Mí y ama sólo a Uno! Y este Uno soy Yo, tu Padre santo y lleno de Amor. Leer más...