Recibido por Jacob Lorber, el 12 de enero de 1842
1. A nadie se le está permitido saber lo que pasará con los
condenados en el tiempo posterior a cuando todas las cosas hayan retornado de
nuevo al origen. Esto ni siquiera lo sabe ángel alguno, incluso tampoco el
espíritu más elevado que fue creado para la Luz. El Único que ve con
anticipación los destinos de todas las criaturas, a través de todas las
eternidades de las eternidades, es la Divinidad del Padre Eterno dentro de Su
Santidad. Cualquier iluminado en este tema de absoluto y estricto secreto lo
verá recién en tiempos futuros de acuerdo a la Santa Voluntad de Dios.
Dadivas del Cielo.
Tomo II.
(Dadi_II_12.01.1842)