9 de febrero de 2016

El destino de los irredimibles

Recibido por Jacob Lorber, el 12 de enero de 1842

1. A nadie se le está permitido saber lo que pasará con los condenados en el tiempo posterior a cuando todas las cosas hayan retornado de nuevo al origen. Esto ni siquiera lo sabe ángel alguno, incluso tampoco el espíritu más elevado que fue creado para la Luz. El Único que ve con anticipación los destinos de todas las criaturas, a través de todas las eternidades de las eternidades, es la Divinidad del Padre Eterno dentro de Su Santidad. Cualquier iluminado en este tema de absoluto y estricto secreto lo verá recién en tiempos futuros de acuerdo a la Santa Voluntad de Dios.

Dadivas del Cielo. Tomo II.
(Dadi_II_12.01.1842)