La señal de la luz y del fuego de ayer en el cielo, era según la apariencia exterior, un fenómeno natural, llamado aurora boreal; pero la causa de esto, no era una cosa tan natural como el fenómeno en sí mismo, que en efecto es además solo espiritual, pero que en su verdadera esencia es incomprendido de manera extremadamente fuerte por los hombres miopes y ahora, por lo demás ciegos, puesto que solo lo consideran como una emanación eléctrica y no como un conflicto de espíritus.
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